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Despiertan los colores.

Arriesgados Lectores...

01 abril 2014

Personaje

   Era un hombre mediocre pero valorado y muy apreciado  por los que ostentaban el poder, sabían que podían contar con él  y su servilismo rastrero y oportunista a cambio de pingües migajas.
   Ostentaba un alto cargo designado a dedo y cuyo único mérito relevante era haber sabido reír a tiempo las gracias del dueño del dedo pero aquel papel se le estaba quedando algo pequeño y su ego desenfrenado le exigió más, por ello, no tuvo ningún reparo en  hacer públicos una serie de documentos  que abotonaban hasta el cogote a varios tiburones  que nadaban en aquella fétida pecera. Las aguas comenzaron a estar muy revueltas porque ninguno sabía hasta dónde  llegaría el largo de sus tentáculos y hasta que punto podía apretar hasta llevarlos a la muerte por pura  asfixia.

   Glosagon.

27 comentarios:

  1. Ufff, espero no encontrarme nunca con uno de estos...
    Un beso

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  2. !Hola,Gloria!

    Has narrado una actitud que muchos la tienen como su dogma. Los lacayos es una especie que vive del favor de sus amos. Y tristemente, la única manera que entienden para que les den las migajas es la de la sumisión, aunque eso los encadene a la esclavitud moral y emocional. Es un fenómeno que siempre ha estado ahí, desde épocas inmemoriales. Aunque a su manera, no digo que sea correcta ni incorrecta, allá cada cual con su vida y conciencia, sobreviven en un mundo donde es muy difícil seguir adelante por las vicisitudes que te plantea y por los obstáculos que te pone.

    Me ha gustado mucho.Muchos besitos.

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    Respuestas
    1. Si.. Como bien dices, los lacayos, tristemente, la unica manera que entienden esla de la sumision.., pero¿ y que seria de los amos sin sus lacayos sin tan siquiera saber abrocharse un boton?

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  3. hola si que hay muchos por hay que no se cortan en dictar con el dedo, en ser avaro y codicioso buen tema feliz dia besitosssss

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  4. ahhh se me olvidaba me encantan las hortensia yo las tenia hasta azules me la regaló una amiga inglesa besitosss

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  5. No me extrañaría que esos tentáculos alcanzaran al personaje mediocre, aunque valorado y apreciado.

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  6. Describiste con mucho ingenio ese grupúscolo de poder que nos azota a todos los de abajo. Me encanto la forma como lo hiciste y las figuras, metáforas, etc.
    Muchos besos de Anís.
    p.d. qué hortensias más bellas. Me fascinan.

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  7. Son muchos los que viven a la sombra del dedo que dicta... alguno ha llegado hasta altas inspecciones; hoy son la repera; como dicen alguien muy mayor que conozco, «si quieres ver quién es el maguito, dale un carguito».
    Besos salados de primavera

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  8. Un verdad repetida, presente y patente en miles de edificios públicos, de hecho en algunos hay mas de uno de esos especímenes. A mi me recuerdan el timo de la estampita, las dos partes son culpables. Un abrazo

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  9. uuuuufffffffffffffffffff!!!! hay razón aquí,abrazos

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  10. Tan ricos cocidos y con papas...

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  11. La pleitesía del mediocre. Un especimen que crece y se multiplica como los peces en el río en cualquier estamento de la sociedad. Mucho más patente en política.
    Me encantó la entrada. Enhorabuena.
    Un abrazo y feliz semana

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  12. Los lameculos son mediocridades que nunca lucen por sus méritos, por eso tampoco son de fiar.

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  13. Los ha habido, los hay y los habrá. Son una plaga.
    Muy buena tu narrativa, bien llevada Gloria.
    Besos.

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  14. Ya le llegará su San Benito. Ese rejo guisado, o a la planzha con sal, pimentón ummmmm. ¡¡¡Ya nos llegará el tiempo de comérnoslo, con papas y mojo!!!

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  15. conozco tantos así... pero aunque pensemos que son indestructibles y que su tiempo de gloria nunca acaba... terminan todos muriendo por su propio veneno.

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  16. muchas gracias por llegar a mi blog y dejarme tus palabras.
    Me gusta como escribes y mas si escribes verdades, anda que no conozco yo desgraciadamente a pendejos así.
    Me gustaría que nos hiciéramos seguidoras. Si te apetece.
    Saludos

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  17. Breve y atinado tu escrito, ¡menuda especie!, pero el tiempo los acaba poniendo en su sitio.

    Un abrazo Gloria

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  18. Gloria, me levanto y te aplaudo: has narrado con precisión quirúrjica y además sumo talento una especie muy peligrosa: los genuflexos que se entregan al mejor postor y traicionan a todos.
    Besos porteños, mi amiga!

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  19. ¡Hasta donde haga falta! El poder y el ego no tienen límites, y menos en una persona que está cegada por ellos.

    Un besito

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  20. Por desgracia abundan estos personajes.La vida acaba poniendo a cada uno en su sitio. te felicito por tu relato.
    Gracias por tu presencia en mi espacio. Me ha gustado pasar por aquí. Un abrazo

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  21. .....y luego lo llamaron Luis el Cabrón?...hummm...eso me suena,...y que conste que hay bastantes Luises, eh! apellidados Cabrones!.... con perdón.
    Muy buen escrito Gloria, muy actual, muy real...

    Oye, lo que me ha costado entrar y hacerme seguidor tuyo, por Dios! no había forma. Pero por fin hoy, lo he conseguido.

    Besos Gloria!... Bonito y buen blog!

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  22. Una narración estupenda que nos recuerda la cantidad de especímenes de este tipo que hay en las esferas donde el dinero parece ser lo más importante.
    Un placer volver por tu blog Gloria.
    Besos y gracias.

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  23. Has descrito de una manera muy simple a los trepas genuflexos, esos que son capaces de hundir a cualquiera que se les cruce por el camino si temen por "su puesto", al que creen que les corresponde por arrastrarse frente a otros para hundir a sus semejantes.
    Saludos y muchas gracias por pasarte por mi blog

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No te cortes y di lo que piensas, eso sí, con respeto. Gracias.