Desde niño trabajó su destino, por eso ahora, no le quita el sueño morir a manos de cualquier grupo guerrillero asaltando su propósito en la misión.
Lo que le tiene en vela es este sentimiento profundo, conjuro entre satisfacción e irritación, que le verifica que su fe ha entrado en combate con la realidad, que lo amortaja hacia una lucha interior cuando en silencio reza… y no oye nada.
Glosagon.