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Despiertan los colores.

Arriesgados Lectores...

16 julio 2012

Semejanzas

   Su esqueleto de piedra fastuosa y vivaz consiguió que mi gladiadora imaginación lo cruzara una y otra vez a lomos de caballos que tiraban de pesados carros enlazando pasado y presente.
Puente roto- Roma (foto Glosagon)

   La construcción de un puente es cómo la construcción de la vida, lo primero que se debe hacer es excavar para comprobar el subsuelo y la resistencia para soportar un gran peso, luego se marca donde irán los contrafuertes y comenzamos a echar cimientos. Algunos contrafuertes ceden y dejan filtrar elementos externos que suponen un problema y para evitarlos ideamos un recinto hermético a base de troncos y cadenas que clavamos en el interior y solo se deja un hueco por donde liberar presión, en ese pequeño espacio a veces se producen inundaciones que no sabemos cómo atajar, el espacio es tan reducido que hay que llevar a cabo trabajos de allanado y consolidación.
   Construir puentes sólidos es buscar el sentido a las vueltas para que no nos parezcan absurdas, solo necesarias. ¿Cuántos puentes son necesarios cruzar? Quizá no debamos evitar ninguno, debemos ser libres para discurrir por la vida dando garbeos hasta cruzar por ellos oscilando entre sus márgenes mientras creamos  nuestro propio río y zambullirnos en él despojándonos de ese traje tatuado con escusas y pretextos.
   Sufren etapas de decadencia tras periodos de esplendor, se fracturan desgastados por el uso interno y externo, sin embargo todos sirven para unir orillas. Atravesarlos nos convierte en mensajeros, de este lado tu hoy del otro tu mañana, entre las dos vertientes fluye la vida a veces serena o turbulenta, a veces traicionera o mansa, lo importante es que discurra, que no se estanque y apeste. Ese tránsito continuo de un lado a otro nos descubre nuevas alternativas y senderos en nuestra marcha, nos propone desarrollar una fortaleza para enfrentar al temor y para avanzar con incertidumbre y sin garantías hacia ese puente que te devolverá a la casilla de inicio, a tu lugar de origen.
   Con estructuras ligeras y rudimentarias que parecen quebrar, de piedra, de hierro oxidado o de esos colgantes que se balancean haciéndonos sentir la inseguridad y el vértigo a caer en el abismo, transitamos por ellos morando en las dos orillas, en la locura y en la cordura.
   Debemos ser audaces y no rendirnos a mitad del camino paralizados por el miedo, debemos buscar sin cesar para encontrar la orilla deseada que a veces se esconde y no vemos al otro lado.
   Mi mayor temor es terminar dañado y que nadie sepa qué hacer con este resto solitario y abandonado en medio del cauce, mi mayor consuelo ser recordado a pesar del discurrir de los tiempos.

Glosagon.
 

31 comentarios:

  1. Que hermosa entrada, nuestra vida es semejante a los puentes que gran metáfora, tus palabras tienen magia, abrazo.

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  2. Que hermoso homenaje a ese viejo puente pero sobretodo las reflexivas analogías que haces con la vida. Da igual cuantos puentes con más o menos solidez construyamos, lo importante es ser conscientes de la libertad que tenemos tirarnos y ahogarnos en el río si es ese nuestro deseo, de cruzarlos todos. También de ¿evitar alguno?...quizás pero, quedaría la duda de haber perdido la oportunidad de una experiencia que nos devuelve a una encrucijada.
    Un abrazo

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  3. Fantástica metáfora, Gloria; que cobra más valor considerando cuántos puentes destruímos a lo largo de nuestras vidas.

    Un abrazo,

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  4. Excelente entrada, quizás lo hayas leído, de todos modos lo googleas si quieres: Reflexiones - Construyendo puentes para perdonar.

    Buena semana, besos.

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  5. Bravo Gloria! Hace poco que te descubrí y confirmo que tu talento es genial. Este texto es estupendo. Mezcla de reflexión, poesía y homenaje! Y sí, lo importantes es hacer lo que se siente, en el momento que se siente. Cruzar los puentes, derribarlos, volverlos a tender.
    De eso se trata este juego de vivir.
    Te dejo un abrazo fuerte!

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  6. Bellisimooo, espectacular tu analogia de la vida y el puente y la poetica intima de tus palabras.
    Besote

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  7. Una entrada exelente,cariños
    Fiaris

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  8. Me ha gustado. Me gustan los puentes, casi todos tienen vistas espectaculares.

    Un saludo

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  9. Debe darnos miedo el tránsito porque exige todo nuestros recursos. Las orillas suelen permanecer impertérritas, nos observan, con pequeños cambios casi inapreciables, en nustro caminar de una a otra. Debe darnos miedo dejarnos llevar demasiado por la urgencia de caminar entre los dos extremos, no poder hacer nada más que andar mientras atravesamos el puente. Los que tienen poca distancia generan un extraño arrojo, los cruzaremos corriendo para no tener que pensar en el tránsito, los que se prolongan durante kilómetros dan la medida justa de nuestro miedo, nos ponen a prueba, tanto es así que suelen permanecer poco transitados, apenas algunos más valientes se adentran para cruzarlos sin ni siquiera ver desde aquí la otra orilla.
    El transito en que se convierte nuestra vida si dejamos de percibir los lugares nuevos que pisamos y los viejos que abandonamos.
    Besos tendidos.

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  10. Una prosa poética que me ha encantado. Tus reflexiones delatan tu profundidad y tu calidad como ser humano.
    "Atravesarlos nos convierte en mensajeros, de este lado tu hoy del otro tu mañana, entre las dos vertientes fluye la vida a veces serena o turbulenta, a veces traicionera o mansa, lo importante es que discurra, que no se estanque y apeste".
    Un abrazo enorme.

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  11. Maravilloso tu blogGracias por compartirte con nosotros

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  12. Creo que es una gran comparación. Me ha gustado mucho. Biquiños!

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  13. Hay puentes que unen, otros separan...menos mal que es así.

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  14. Te ha quedado un texto precioso, Gloria. Un puente y su metáfora. Perdona que me repita, pero: cada día lo haces mejor.
    Un besazo enorme.

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  15. Hoy me paso por tu blog para agradecer tu visita a mi blog especialmente, y me alegra haberlo hecho, porque tus letras son magníficas.

    Nos veremos Gloria.

    Un abrazo.

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  16. Los puentes son como un escenario entre romántico y extremo! me encanta! :D

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  17. Los puentes nos acercan, siempre que nos animemos a cruzarlos...
    Saludos

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  18. Tu texto me trae paz. La metáfora es dulce, aleccionadora. Buena para quienes olvidamos de tanto en tanto observar la belleza en ese tránsito.
    Gracias preciosa.
    Besos. Cuídate
    ;-P

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  19. Es curioso como los puentes están tan relacionados con nosotros la humanidad, al igual que esta evolucionó construyendo puentes, nosotros como personas hacemos lo mismo.
    Yo tuve la misma sensación ante el puente roto en Roma y sabes uno que me fascina, el de Alcántara en él me siento realmente pequeña

    Encantada de conocerte chicharrera , gracias por tu visita seguiré tus pasos
    Un beso

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  20. Preciosa esta metáfora. Muchos son los puentes que tenemos que cruzar en la vida, unos llenos de flores y otros de espinas, pero lo mejor es cruzarlos, siempre hay alguién al otro lado.
    Precioso escrito Gloria, siempre un placer.
    Besos.

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  21. Una entrada preciosa y profunda que inivta a la reflexion.Me encantó esta esplendida metafora del puente, cuan cierto..

    un abraXo!

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  22. Los puentes uniendo a los que pertenecen a orillas diferentes. Me ha encantado tu entrada y por supuesto, conocerte.
    Un abrazo.

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  23. En estos tiempos convulsos nos vendrían muy bien unos puentes bien consolidados para unir sensateces.

    Interesante tu texto.

    Abrazos.

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  24. Lo tomaré literal Gloria: una linda apología de los puentes. No lo había pensado, pero sí tenés razón en el primer párrafo: construímos escenas heróicas donde cruzamos puentes a caballo. Me gusta la lógica de este asunto, de que el puente es para ir y volver, para vernos al frente, o las pisadas atrás, de que es posible pasar los ríos, de una montaña a otra y poder saludar. En sí, es una bonita descripción con toque de arquitecto. Abrazos.

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  25. En las primeras líneas el lenguaje esta muy recargado y eso hace que pierda elegancia literaria y ese gerundio al final lo termina de matar.

    Sigo leyendo.


    Bueno, los puentes tienen poesía o se puede encontrar en ellos mil metáforas, casi todas poéticas.

    En este caso al terminar de leer me ha quedado un sabor agridulce, no hay un cierre, un desenlace, quizá sea eso, es decir, he leído tu texto como si estuviera cruzando un puente y no he sentido esa satisfacción al volver la mirada atrás.

    Quizá tambien sea porque el texo parece un ensayo y no una narración literaria.

    Besos y gracias desde un Madrid
    erguido de... lo dejo aquí.

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  26. El puente pasa a ser ese transcurrir hacia bordes opuestos. La vida está llena de ellos, cada decisión importante puede ser un como un puente que se debe cruzar, la vida en sí misma lo es... vida/muerte. Claro que hay que estar dispuesto, hay que vencer miedos, hay que armarse de voluntad para cruzar.
    Muy buena metáfora la que planteas en esta entrada.
    Un beso al vuelo:
    Gaby*

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  27. ¡Cuánto en común con los puentes! somos sólidos aunque a veces haya huecos pequeños dispuestos a llenarse de agua, lo importante, estar siempre ahí: fuertes, uniendo, inquebrantables. No creo que pases al olvido, hasta los puentes que ya no se cruzan, siguen esperando por si algún día alguien les necesita.

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  28. La vida resulta constante aprendizaje y un enfrentamiento con nuestra propia voluntad al no querer doblegarnos de completo a un sistema que fué construído en nuestra ausencia.
    A veces todo cambia para seguir igual, pero la humanidad continúa su incansable lucha contra las fuerzas adversas de quienes quieren explotarnos.
    Mientras no seamos incluyentes con toda la humanidad seguirá sin ocurrir el gran paso al progreso y nos quedamos enfrascados en una pelea manipulada por dominadores.

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  29. Hola Gloria. A veces cruzamos puentes donde la otra orilla hubiera sido mejor no saber de ella. Sin embargo, me gusta pensar en el significado de la unión benefactora y mutua....En nuestro caso (hablando de territorio, claro) ¡que maravilloso sería poder unir a las siete, sin Cias aéreas!.

    Bueno, mi niña, por aquí me quedo yo también.

    Un abrazo grande

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  30. Pues sí, la vida es como construir un puente. Yo he hecho algunos, el más impresionante está en Palma del Río, en Córdoba. Si alguna vez pasas por allí y ves un Puente Arco metálico seguido de un viaducto largo sobre la llanura de inundación, acuérdate. Y si, hubo inundaciones, agentes externos, complicaciones, peleas, discusiones, abrazos y finalmente, el trabajo de todos allí levantado.
    Pero el puente tiene vida cuando acaba de construirse.
    ¿Nosotros terminamos alguna vez de construirnos?
    Creo que esa es la diferencia.
    Un abrazo, gracias por pasarte por mi blog

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  31. Puentes... conexión con varias regiones y culturas, me gustan los puentes! son una invitación a pasar a otro lado.
    Un abrazo.

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No te cortes y di lo que piensas, eso sí, con respeto. Gracias.